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Un travestí polvoriento, freaks repintados, un hombre sin brazos y sin piernas, un niño yonqui… todos empiezan a salir al escenario de teatro desenterrado que es la Plaza de la Realeza. Pero cuando empieza a llover no queda nadie. Entonces un joven de cara común entra en una sex shop. En sus complicados pasillos busca una cabina donde desahogarse tranquilo. Mientras, el dependiente atiende a un padre con su hijo mongólico, a una mujer con exagerados labios vaginales… Hasta que se va la luz y se queda solo. ¿Qué sabe entonces lo que le aguarda en los delirantes pasillos de su tienda…?